Arterias

El daño causado a las cuerdas vocales puede subsistir incluso después de dejar de fumar y podría llegar a ser irreversible. Una tumefacción menor puede tardar entre 6 y 9 meses en reducirse, mientras que las lesiones inflamatorias más graves a veces pueden requerir una intervención quirúrgica. El humo es una de las mayores causas de nódulos rebeldes, que no logran curarse debido a la irritación constante de la garganta. Incluso la cirugía no ofrece garantías de curación ni de recuperación de la voz.

Después de un tiempo, las arterias se estrechan y después se obstruyen, provocando la gangrena, que ocasiona la amputación de un miembro.

Afortunadamente, «está demostrado que dejar de fumar interrumpe la evolución de la enfermedad, que se reanuda bruscamente si se vuelve a fumar».*

*Doctor Delbecque, secretario de la Fundación Regional de Cardiología en Dunkerque, durante un debate en Lille, comentado en La voix du Nord del 5 de noviembre de 1976.